lunes, 19 de octubre de 2009

Solo él y yo.

Nunca antes me había sentido así. Ha pasado casi un mes y las ideas no se han asentado todavía en mi cabeza. De hecho, mi cabeza es lo único que parece inmune a él, a esta relación rara y no muy saludable que tenemos. He oído decir que cuando nuestro cuerpo no puede más con las preocupaciones o el estrés se cierra en banda como aviso de que se está sobrepasando el límite. Puede que sea eso lo que me esté pasando. Tengo cambios de humor sin motivo y el estómago se me sigue encogiendo cuando alguien habla de él en mi casa o cuando le veo pasar por la oficina. Sin embargo parece que sufro anemia racional. No me he parado ni un segundo a preguntarme qué siento por Carlos, ni si nuestra relación tiene futuro o si está abocada a un desastroso final. No pienso en las consecuencias que esta aventura podría tener en su mujer y en sus hijos, aún tan pequeños. No sé si me quiere en su futuro y no me importa. Es como si las reacciones físicas más básicas no dejaran paso a la razón y no pudiera siquiera plantearme estos interrogantes.

No he revelado a nadie lo que siento, ni siquiera a mis mejores amigas. Ellas insisten en que me notan rara, pero es fácil disuadirlas convirtiéndolas en el centro de la conversación, adoran hablar sobre si mismas. No lo hacemos todos? Me gustaría compartir con ellas mis vivencias, a pesar de conocer de antemano su desaprovación. No tanto porque los consejos de nadie me vayan a servir de ayuda, sino para ser capaz de absorver la esencia de lo que estoy viviendo. Creo que si hablara de ello en voz alta dejaría de consumirme por dentro. Es el secretismo lo que me está matando y lo que impide que me plantee las cosas con raciocinio.

Carlos parece haberse quitado diez años de encima. Sonrie y quiere verme a todas horas. Cada vez le importa menos la hora y el lugar. No le preocupa que pueda vernos alguien. Es como si quisiera que nos descubrieran. Las despedidas en su coche han pasado de ser un beso rápido y significativo a caricias y demostraciones de amor apasionadas que desconocen el concepto del tiempo. Yo no le pregunto, pero insiste en que tiene que dejar a su mujer cuanto antes, que me quiere y que no le importa nada, que solo quiere estar conmigo. Me resulta inmaduro cuando me dice estas cosas. Carlos cree que me conoce porque me ha visto crecer, pero se equivoca. No me conoce como mujer ni como pareja. Conoce mi cuerpo, mis sonrisas, mis caricias y mi alegría de estar con él, pero poco más. Es como si estuviera hipnotizado por la fragancia de la pasión, como si después de tantos años de darse a una sola mujer yo hubiera despertado a otro Carlos que ni él mismo conocía. El nuevo Carlos es insaciable, nunca tiene suficiente de mi. Si pudiera me bebería a todas horas.

Los dias de descanso no hay llamadas de teléfono, ni mensajes, ni correos. A veces llama a casa con la excusa de hablar con mi padre para ver si soy yo la que coge el teléfono y poder escuchar mi voz. Mi padre se extraña de que no le llame a su móvil, pero no le da más importancia. Los días de fiesta son para pasarlos con los amigos y la familia a los que miento, con la mujer a la que engaña y con esos niños a quienes está pensando en abandonar. Yo no quiero que abandone a nadie, ni siquiera me parece justo lo que le estamos haciendo a Nuria. Tampoco a mi me gusta mentir. Pero cuando estamos juntos nadie existe, somos solo Carlos y Ana en su apartamento del centro o en alguna habitación de hotel. Somos lujuria y pasión, no realidad. La habitación es nuestro mundo por unas horas y en él no existen las responsabilidades ni los compromisos. Solo él y yo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Ella, yo.

Ella, la de moral íntegra, la perfecta, la que siempre hacía lo correcto. Ella era la que daba los consejos más sensatos, siempre. Siempre tenía todo claro y sabía como actuar en cualquier situación, o eso creía ella.

A la mañana siguiente la culpa era compartida y apenas pudieron mirarse a los ojos. A pesar de la mala conciencia, ya sola en la ducha no pudo reprimir una sonrisa al recordar lo que había pasado. La excitación añadida de lo prohibido, de lo inmoral. Se enjabonó el cuerpo reviviendo en su mente cada caricia y cada beso.

Se despidieron sin hablar y cada uno tomó su camino. Al fin y al cabo ella era libre para hacer algo así, no había roto ninguna promesa ni había faltado a compromiso alguno. Su estómago le decía lo contrario. Al día siguiente no pudo probar bocado, eran los nervios, ya se pasarían. Pero no se pasaron y durante toda la semana el comer era un esfuerzo. Lo hacía por obligación y no por hambre. Reprimir las nauseas constantes y seguir sonriendo para aparentar que no pasaba nada no fue fácil, pero sí factible. Nadie sabe lo que pasó. Nadie.

Incluso llegar al punto de escribirlo le costó semanas. Semanas de no comer y apenas dormir. Hubiera sido más fácil si solo se hubiese tratado de una noche, un secreto entre los dos. No fue así.

Él también lucía ojeras y mostraba un nerviosismo que nunca antes había estado ahí. Sonreía de manera exagerada y soltaba carcajadas histéricas al mínimo comentario. Ella sabía lo que le pasaba, él seguía pensando en lo que había pasado a pesar de no poder permitírselo. Ella también lo hacía.

Tres días después él le pidió verse después del trabajo. Lo hizo en voz baja para que nadie en la oficina pudiera oírle. Después, en un bar en la otra punta de la ciudad, un bar en el que ninguno de los dos había estado nunca antes, confesó que llevaba días queriendo hablar con ella. Era miércoles y no había dejado de pensar en ella desde la mañana del sábado cuando se despertaron juntos, que pensaba en ella todo el día, todos los días.

Ella le dijo que también pensaba en él pero que no podía ser, que era demasiado complicado y demasiada gente se vería envuelta. Él se confesó derrotado y confesó haber deseado aquella noche desde hacía demasiado tiempo. Lo que ella creyó fortuito para él había sido la realización de una fantasía. Él siguió confesando y admitió haber dejado de amar a su esposa, admitió vivir por inercia manteniendo las apariencias por el bien de sus hijos, aún tan pequeños. Esos niños a quienes hace algo más de un mes había regalado una gatita que ella había recogido de la calle.

Los encuentros furtivos continuaron y aún continúan. Ninguno de los dos sabe como explicar a su entorno lo que está pasando porque ni ellos mismos lo saben todavía. Solo están seguros de lo que sienten cuando están juntos, pero hasta ahí llega todo. El futuro es demasiado incierto para ellos y no se permiten pensar en él. Solo tienen el presente y se cuentan el uno al otro cómo darán la noticia.

Él tendrá que decirle a su mujer que ha comenzado una relación con una chica de veintiséis años que es además la hija de sus amigos más cercanos y que trabaja para él desde hace unos meses. Su mujer se volverá loca y no es para menos. Ella tendrá que explicar en su casa, tarde o temprano, que no sale con ningún joven del barrio sino con uno de los mejores amigos de su padre. Los padres de ella son muy liberales, pero algo así les resultará difícil de digerir.

Ella sigue hecha un manojo de nervios y su estómago sigue encogido. Ha perdido peso y la falta de sueño empieza a hacer mella. Él sigue con sus ojeras y su risa histérica. Pero esas tardes que pasan juntos hacen que se olviden de todo y que ese mismo todo merezca la pena.

Esta historia les ha dejado claro que “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. No importa lo correcta e intachable que sea siempre tu comportamiento.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Estoy de mal humor y no sé porqué...

Por lo tanto me voy a desahogar dando mi opinión sobre una de las peores series (llamarlo serie ya es un cumplido que no se merece) que ha creado la televisión, y que por supuesto se ha convertido en todo un éxito en nuestro país. Estoy hablando de "Escenas de matrimonio", aunque para ser concisas, debería haberse llamado "Estereotipos caducos de una España machista que por desgracia siguen vigentes."

Aqui os dejo la foto del último reparto, con Mar Saura en el centro luciendo como la estrella que es y una sonriente Lina Morgan que está encantada de estar al lado de la Saura y de poder tocarle una pierna (ella se conforma con eso).





La contratación de estas dos actrices corrobora el hecho de que esta serie está basada en unos cánones de comportamiento arcaicos y especialmente nocivos para el espectador joven. Mar Saura se une al equipo para atraer esa audiencia interesada en la cultura que ve más allá de un cuerpo bonito medio desnudo, y Lina Morgan para atraer a una audiencia con valores progresistas (todos aquellos que disfrutamos como locos con "La tonta del bote", todas aquellas que queremos ser la tonta del bote) que ansía la desaparición de una televisión llena de contenidos vacios.

Hay quién dirá que todo es irónico, que hay que saber diferenciar entre la realidad y esta "serie". Sin embargo, los comentarios que se escuchan por ahí no acaban de convencerme de que los espectadores lo entiendan como algo irónico y sacado fuera de contexto. Con series como esto, lo único que se consigue es potenciar el conflicto en las relaciones de pareja ignorando la colaboración, la complicidad y hasta el amor y el cariño. Retrata reiteradamente los insultos, la falta de entendimiento, la miseria que conlleva estar en pareja, la falta de respeto y las complicaciones de las relaciones sentimentales e insiste en ellos con varios patrones que se repiten hasta el hastío y consiguen que se acaben viendo como algo normal, algo que viene dado con cualquier relación. Especialmente si se tiene en cuenta su emisión diaria.

Algo muy similar sucede con la serie "Aida" (ahora ya sin Aida), en la que la repetición jocosa del mote "machupichu", ha conseguido que un insulto con altas connotaciones racistas se vea ya como algo que no tiene por qué ofender a nadie, es una broma. Desde mi punto de vista no lo es.

Ni machupichu es un mote cariñoso ni parejas faltándose al respeto constatemente forman escenas graciosas, por mucho que se repitan y consigan que lo acabemos viendo como algo normal.

Y yo me pregunto: Tan difícil es hacer humor con respeto?

Hasta pronto!!!

Ana

martes, 1 de septiembre de 2009

Critícala, pero no por con quién se acuesta.



Te podrá parecer más o menos guapa, mejor o peor actriz, te podrá gustar o no como persona (aunque no la conozcas) y podrás pensar que tiende a dejarse llevar por un registro único (como muchos otros actores). Sin embargo, a Penélope Cruz se la critica más a menudo que no por haber tenido varias supuestas relaciones que han impulsado su carrera.

Todo empezó con Nacho Cano. Gracias a él se hizo famosa, dicen las lenguas envidiosas. Sus dotes interpretativas no tuvieron nada que ver, claro está. Todos sabemos que en el momento en que te acuestas con un artista tú también te conviertes en uno.

Lo de Tom Cruise también fue muy sonado. Se dijo de ella que estaba con él para darse a conocer en Hollywood. Yo ni lo sé ni me importa. Si así fue, ella misma, al fin y al cabo cada uno se promociona como puede. Supongo que el señor Cruise, también se benefició de aquella "relación", especialmente en un momento en que se creía que a él las mujeres a él ni fu ni fa. Yo sigo convencida que aquello no era lo que parecía, ya que Tom y su nueva esposa insisten en hacernos creer que esa niña china llamada Suri es suya.

Después llego el romance con Matthew McConaughey (casi imposible recordar cómo se deletrea su apellido, gracias a Google). Que si estaba con él para darse fama, que si se enrolla con todos los actores con quienes trabaja y un largo etcétera de críticas que poco tenían que ver con sus dotes interpretativas y mucho con su vida sexual.

Penélope nunca ha vendido una exclusiva como hacen muchas otras (Paz Vega ha sido la última cursi en presentar, a cambio de un buen cheque, a su hija a los medios), nunca ha comentado nada sobre sus relaciones ni para bien ni para mal. Pero aún así, se la ataca, por ser mujer y guapa con los mismos argumentos machistas de siempre.

La prueba de que el talento, al igual que la belleza, no se pega por proximidad como la gripe bien podría ser Elsa Pataky, que después de salir en ciento y una revistas de la mano de su Aidan Brody sigue sin conseguir que la ofrezcan un papel en condiciones porque, al contrario que las que usan L'Oreal) ella no lo vale. Él sigue tan feo como antes de salir con ella. Su relación con el patito feo le ha proporcionado, eso sí, más portadas de revistas en las que se desplega su belleza cual nínfa mística.

Incluso hoy en día, no se perdona que una mujer tenga talento y llegue a lo más alto en su ámbito laboral. No está bien visto que tengamos las parejas que nos de la gana o ninguna (entonces somos lesbianas). Tenemos que estar con un hombre, solo con uno, para que no se nos acuse de zorrillas interesadas o de ninfómanas descontroladas.

Estoy segura de que estos estereotipos los erradicaremos con una educación adecuanda en los más jóvenes y haciendo oídos sordos las que ya estamos creciditas.
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También os quiero presentar a la gatita de Ana, que es preciosa. Nació el 31 de Marzo de este año, es hija de gata común y de un macho azul pero es prácticamente como el estándard de la raza. Tiene el paladar azul-grisáceo y las almohadillas de las patitas color gris-lavanda. Su nombre es Sara, aunque también se la conoce como Pepsi (pe-queña psi-cópata) porque muerde mucho y Ana tiene los brazos hechos polvo. Como veis es un cielo!











lunes, 31 de agosto de 2009

Mudarte al campo para dejar de limpiar...


Ayer estuve en un pueblito cerca de Madrid visitando a una amiga, llamémosla Manuela. Ella se casó hace tres años con Roberto, y al año siguiente tuvieron su primera hija. Un año después llegó la segunda, y con ella la mudanza al campo.

Roberto es programador informático y tiene un buen sueldo. Manuela dejó su trabajo y ahora trabaja en casa, o mejor dicho, ahora está en casa.

Cuando vivían en Madrid eran los más juerguistas del grupo. Siempre dispuestos a hacer fiestas en su casa, pasarse la noche de juerga, borrachos como cubas un finde tras otro, y con una afición un tanto peligrosa a la cocaina.

Vivían en un piso de dos habitaciones bastante céntrico y llevaban una vida social muy activa. No había fin de semana que se quedaran en casa en plan tranquilo. Les encantaba irse de fin de semana siempre que podían, salir a cenar y trasnochar sin parar, incluso entre semana.

Pero con la segunda niña y la decisión de mudarse al campo todo cambió. Manuela dejó su trabajo cuando se le acabó la baja por maternidad y ahora se dedica a sus niñas y al Facebook, siempre está actualizando su estado, cada dos horas más o menos.

Manuela pesa quince kilos más que hace dos años, y parece que tiene 37 en vez de 27. Roberto también está muy desmejorado, pero no ha cogido peso. Cuando llegué a su casa, esperaba una comida de categoría, ya que Manuela es muy buena cocinera, pero en lugar de eso me encontré con unas salchichas y unos trozos de pan para hacer bocadillitos. Nada que ver con su costumbre de preparar varios platos y todos deliciosos.

Manuela vestía unos vaqueros azules y un jersey fino de lana negro con varios agujeros a la altura del estómago. Estaba sin peinar y andaba descalza por la casa y el jardín, con lo que sus plantas de los pies parecían las de un sin techo. La niña mayor gritaba por la casa cual loca histérica persiguiendo al gatito que acaban adoptar y a nadie parecían molestar los estridentes gritos. La pequeña estaba en la alfrombra, medio desnuda, llevándose a la boca todos los juguetes que estaban esparcidos por el suelo sobre el que todos pisábamos al salir y entrar del jardín.

Cuando la niña mayor dejó de gritar se sentó en su silla para comer, pero un helado de naranja de hielo. El polo se le partió por la mitad y se cayó sobre la famosa alfombra, ante lo cual Manuela lo recogió y se lo dió a la niña sin ni siquiera pasarlo por el grifo. En este momento yo ya no daba crédito. No me lo podía creer.

La sala estaba llena de juguetes por todas partes, la cocina llena de cacharros sucios, no había ni un solo espacio en toda la encimera sobre el que dejar nada. Abrí la nevera para servirme otra copa de vino blanco y aquello parecía la nevera del asesino de SAW. Había chorros de líquidos resecos por todas las baldas y de ella emergía un dañino olor a queso que revolvería las tripas al mismísimo Jack el destripador. Que conste que me encanta el queso, pero en la nevera siempre guardado en tuppers, gracias!

Mi copa tenía pequeñas incrustaciones marrones que preferí ignorar, y el sofá, comprado tan solo hace un año, tenía unas manchas también marrones que parecía haber sido recogido de un estercolero cercano.

La niña pequeña, la que estaba semi desnuda, olía a vómito la pobrecita porque se había vomitado un poco encima y no le habían cambiado la chaquetilla que llevaba. Eso sí, todos son muy felices. Las niñas se rién sin parar y juegan con todo el mundo, y ellos están encantados con su nueva vida en el campo.

Yo también me alegro mucho por ellos, por su felicidad y por esas niñas preciosas que tienen, pero como lo cortés no quita lo valiente, me gustaría haberles dicho antes de irme: "Muchas gracias por todo, pero limpia la casa por lo que más quieras." De más está decir que no lo dije, al fin y al cabo no soy yo quien tiene que vivir ahí, y prefiero tener que aguantar la suciedad y el desorden de vez en cuando que perder la amistad de Manuela, por muy dejada que se haya vuelto.

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Feliz cumpleaños a Jose, que cumplió 27 ayer!!!

Ana, me la mandas aquí - crazyanusca@gmail.com

jueves, 27 de agosto de 2009

Shaila se fue ayer de casa.

Hoy os quiero presentar a mis dos gatos, que todavía no os he hablado de ellos. Son madre e hijo y vienen de Londres.




En la primera fotos les veis durmiendo en su cestita, y en la segunda jugando. La gris es la madre, es siamesa y se llama Kaluli. El más blanquito es su hijo, es tonkinés y se llama Emilian. Llevan conmigo desde enero y ya no podría vivir sin ellos. Son maravillosos y no destrozan nada, son muy pacíficos y cariñosos. Les quiero con locura y son los reyes de la casa.

El jueves pasado iba con P. y R. a cenar a nuestro japonés favorito. Estábamos las tres muertas de hambre y mientras comentábamos lo que ibamos a pedir cada una sale de detrás de un seto una gatita maullándonos. Se metió entre nuestras piernas y cuando la acaricié me di cuenta de lo flaquita que estaba. Yo creo que tenía tanta hambre que se lanzó a por nosotras totalmente desesperada. Ni que decir tiene que nos dimos la vuelta y me la llevé a casa. Cómo la iba a dejar así, hambrienta y temblando como estaba la pobre... Mirad que preciosidad!




En mi casa el piso de abajo es de madera y la moqueta que veis en las fotos la tenemos en las habitaciones. Emilian y Kaluli prefieren jugar arriba porque sobre la moqueta no se resbalan cuando tratan de coger al vuelo alguno de sus juguetes. El jueves, cuando llegué a casa con Shaila, pues así llamé a la gatina, estos dos estaban jugando en el jardín.

Yo fui muy inocente, pensando que Shaila se pondría a jugar con ellos y todo sería maravilloso. No tenía ni idea de lo equivocada que estaba. Dejé a Shaila en la sala y las puertas del jardín estaban abiertas. Ella empezó a explorar por todos lados y justo en el momento en que estábamos tan tranquilas las dos, entran del jardín como alma que lleva el diablo Emilian y Kaluli. Cuando la vieron allí fue como si se convirtieran por unos segundos en dibujos animados. Los ojos se les agrandaron al ver a aquella intrusa en casa, trataron de frenar, pero resbalaban en la madera y la inercia les impulsaba hacia adelante mientras ellos se resistian, caras de pánico y de no entender nada. Decidí que ese era el momento oportuno para sacar a Shaila de allí y darle de comer.


Mas tarde la baje otra vez, como ya se habían visto, ahora solo quedaba llevarse bien y jugar. Tampoco. En cuanto vieron a la pequeñita se movieron cada uno a dos puntos estratégicos desde los que observarla, dejando bien claro que no querían saber nada de ella. Ni de mi por lo que parecía. No querían mis mimos, me miraban con desdén, gritándome en silencio que cómo me había atrevido a meter en casa a esa cosa y que hiciera el favor de deshacerme de ella cuanto antes.


Como la cosa no mejoraba, se han pasado la semana en habitaciones separadas para no verse. Ha sido un poco estresante pero ha merecido la pena encontrarle un hogar a Shaila. Ayer se fue con mi jefe, que estaba pensando en coger un gatito para su hijo y decidió quedarse con ella. Estoy segura de que va a ser muy feliz en su nueva casa. Tanto como Emilian y Kaluli ahora que ella ha salido de la suya...

Que paséis un buen finde!

Ana

La musa de Sartre


Me gusta mucho ver la televisión después de cenar. Tumbarme en el sofá con el pijama ya puesto, taparme con mi manta y echar un vistazo por los diferentes canales hasta encontrar algo entretenido. La tele me duerme, y no porque me aburra, sino porque poco a poco me dejo llevar hasta que me atrapa el sueño. No vayáis a pensar que esto es un proceso largo, a veces en quince minutos ya estoy dormida, por mucho que quisiera ver esto o aquello.

Muchas noches, en pleno estado de ensoñación, aparecen voces y rostros que me sobresaltan y me traen de vuelta a la consciencia. Algún miembro de mi familia ha cogido el mando para hacer zapping y ha dejado entrar en casa los gritos y las caras de los llamados tertulianos del corazón.

Son difíciles de evitar, cada día más. Si no aparecen en los programas en los que colaboran, lo hacen en aquellos que mencionan estos programas. Una red de difusión cada vez más extensa.

Por lo general son todos muy molestos, Mariñas, Yague, Lozano y compañía. Un grupo de verduleras que al carecer de talento que les encumbre a la fama, se dedican a destripar las vidas de aquello/as que si lo tienen. De esta forma, y por proximidad, consiguen de manera ficticia acortar las distancias entre ellos y el mundo del que desean formar parte.

Predominan aquellos que son conscientes de su pertenencia a un circo mediático que les proporciona una cierta y dudosa popularidad y un cómodo nivel de vida. Sin embargo, hay alguna que trata de dar seriedad a la actividad que desempeñan, es decir, hurgar como hienas en la carroña de las vidas ajenas para luego pregonarla por los platos de televisión.

Los primeros me alteran, me ponen nerviosa. Los segundos, cuyo máximo exponente es la indeseable María Patiño, me provocan nauseas.

Ella presume con falsa modestia de que llama a este u otro “famoso”, sugiriendo que se codea con ellos, que se mueve en sus mismos círculos. Nada más lejos de la realidad. Ningún personaje conocido con clase y decencia invitaría a esta persona a cenar o a una de sus fiestas. Jamás.
Habla de rigor informativo y cataloga como “fuentes” a lo/as amigo/as envidioso/as de estos “famosos”, que son en realidad los que le van con los chimes que luego ella cuenta, cual vulgar pregonera de fiestas, como verdad absoluta a todo aquel que quiera escucharla.
Llega a equipararse con sus “famosos”, y cuando estos piden privacidad les dice que deben resignarse, que a ella la han fotografiado con su novio y que, al haberse convertido también en un “personaje público”, tiene que aguantarse.

Me gustaría que definiera este concepto. Ningún personaje es público, al menos ninguno debería serlo. Ana Belén no es un “personaje publico”, es una excelente actriz y cantante. Lo mismo le pasa a Joaquín Sabina, a Marisa Paredes, a Luis Merlo, a Carmen Maura, Maribel Verdú y muchos mas. La idea de “personaje publico” a la que María Patiño se refiere se asemeja en mi cabeza con la de “baño publico”. Algo que todo el mundo tiene derecho a utilizar, que esta ahí para ser usado. Y precisamente esto es exactamente lo que hace Patiño con sus “famosos”, los utiliza para ganar dinero y para su autopromoción, se alimenta de ellos como un parasito cualquiera. Pero ella no es un parasito, lo que ella hace es una labor de información porque la audiencia quiere saber, la audiencia demanda ser informada sobre dónde hace la compra Ana Belén, que vino bebe Marisa, la ultima conquista de Luis, donde se tiñe el pelo Carmen y cada cuanto va al dentista Maribel.

Y yo digo que no, que esto no se lo cree ni ella, que su inefable persona debería desaparecer de los platos de televisión para dar paso a contenidos de interés, que lo que hace no es serio, ni digno, ni ético, y que jamás dejara de ser un “personaje publico” porque no tiene talento, y porque los periodistas de verdad no se rebajan a participar en un espectáculo circense donde ella es la payasa estrella.

No se que inspiro a Sartre para escribir su obra maestra, “La nausea”; pero estoy segura de que si la hubiera escrito hoy dia su musa, sin duda alguna, hubiera sido María Patiño. No me digais que no estais de acuerdo conmigo... :-)

Hasta mañana!!!

Ana

miércoles, 26 de agosto de 2009

Hoy quiero confesar...


Al más puro estilo de Isabel Pantoja (no!) hoy quiero confesar, pero no que estoy algo cansada o que estoy enamorada, sino que sí, que tenéis razón, soy un poco pija.

Me alegra que seáis sincero/as y me digáis claramente lo que pensáis. Tras repetirse la idea en varios comentarios me gustaría dejar el tema zanjado y contaros algo sobre mi y mi familia para variar.

Soy pija principalmente por dos razones:

1. Mi familia: Tuve la gran suerte de nacer en una familia acomodada. He vivido desde que nací en la misma casa, un chalet con piscina en una zona afluente de Madrid. La familia de mi madre, sin entrar en detalles, tiene muchísimo dinero. Cuando mis padres se casaron decidieron crear una agencia de publicidad con la ayuda económica y las influencias de mis abuelos maternos. Ha día de hoy, la empresa va muy bien. La empresa tiene 13 empleado/as en nómina y trabajan con multitud de freelancers.
He tenido una vida muy cómoda, con mis caprichos, pero mis padres siempre han sido muy estrictos tanto conmigo como con mi hermano, y siempre nos han dejado bien claro que sin trabajo no hay recompensa.

2. Forma de vida: Estoy acostumbrada a la buena vida, no lo voy a negar. Me gusta cuidarme en todos los sentidos. Voy a un salón de belleza una vez al mes, allí se encargan de todo el pelo que tengo en el cuerpo, de lavarlo, de teñirlo, de peinarlo, de quitarlo... Me gusta usar productos de belleza naturales que no contienen productos químicos. Mi marca favorita es Elemental Herbology, y hago acopio de productos cuando viajo a Londres ya que en España todavía no se comercializan. Me alimento mayoritariamente de comida orgánica. No quiere decir que si no es orgánica no la vaya a comer, pero si tengo elección, siempre orgánico. No limpio en casa, no he limpiado nunca porque tenemos servicio, no cocino pero quiero aprender, nunca hago la compra. Si veo una prenda de ropa que me gusta me la compro. No tengo que pensar si me la puedo permitir o no. Voy de vacaciones tres veces al año, con mi familia, con amigos y sola. Me gusta estar sola y leer mucho, me ayuda a mantenerme centrada.

Tanto mi familia como la forma de vida que se me ha proporcionado no tienen nada que ver conmigo, ni con mis logros personales ni con mis capacidades. Me ha venido dado y soy consciente de ello. Soy pija, no gilipollas.

Ahora me gustaría explicaros por qué considero que no soy gilipollas a pesar de ser pija:

1. Que mi familia tenga una capacidad adquisitiva alta no me convierte en mejor ni peor que nadie.

2. Donde más dinero han gastado mis padres conmigo es en mi educación. Siempre he tenido claro que lo único por lo que puedo y debo sentirme orgullosa son mis conocimientos y mi capacidad para salir adelante, tanto económica como personalmente. Si mañana mismo tuviera que sacarme las castañas del fuego porque se ha acabado el dinero de la familia o porque me faltan ellos, lo haría. No soy ninguna manirrota.

3. Soy consciente de que no todo el mundo tiene la suerte de nacer en un país occidental en una familia estructurada donde la vida no es insufrible. Pienso contribuir en lo que pueda para ayudar a aquellos que no lo tienen tan fácil como lo he tenido yo. No soporto las injusticias, especialmente cuando las sufren niño/as y mujeres oprimidas que ni siquiera pueden defenderse.

4. El ambiente afluente en el que he crecido es a menudo dañino y perjudicial. Los egos son demasiado grandes, casi tanto como lo superficial de las relaciones personales. Si tienes te quiero, pero si lo pierdes ya no me interesas. La gente vive para aparentar y se sienten superiores si su coche es más caro que el tuyo. Soy consciente y lo critico.

Si no fuera pija me llamarían feminazi, giliprogre, socialista de salón, abraza árboles, etc. Pero como lo soy, siempre añaden el pija por delante y me convierto en "pija-feminazi", "pijaprogre", "pija-sociata", etc.

A mi me da exactamente igual. No voy a cambiar ni lo que soy ni lo que pienso. No voy a renunciar a mi familia para dejar de ser pija y no voy a convertirme en un carcamal conservador y superficial que vive en una burbuja aislada del mundo para que todos estén contentos con mi persona. Quien tiene que estar contenta conmigo soy yo.

Ya me conocéis un poquito más. A mi también me gustaría conoceros un poco más a vosotros, así que ya sabéis, contadme cosas.

Hasta pronto!!!

Ana

PD. Muchas gracias por el apoyo a Jose, Ana y Flush. Seguimos en contacto.

martes, 25 de agosto de 2009

Opérame la cara hasta que se deforme.


La madre de mi amiga P., la fanática del foro de la familia, súper de derechas, súper católica, súper correcta y de moral intachable, tiene un vicio que ella no ve como tal: recurre a la cirugía estética cada tres meses.

Según P., que también es muy dada a fantasear con los retoques que le gustaría hacerse, su madre lleva invertido un dineral en moldear un cuerpo que muy pocos defectos traía de fábrica. El padre de P. es abogado de empresa, socio en un bufete muy prestigioso, y su mujer no ha tenido que trabajar nunca. Al contrario que la madre de R., la de las pastillas y la depresión, esta mujer no tiene tiempo de aburrirse, pues es tal obsesión con su físico que apenas tiene tiempo en la semana para seguir todos los tratamientos que "necesita".

La madre de P., llamémosla Rosa a partir de ahora, tuvo a sus dos hijos muy jovencita y muy seguidos. Quería tenerlos jóven y rápido para recuperar cuanto antes su figura, que luego de mayor cuesta más. Yo creo que el día después de dar a luz ya estaba la mujer en el gimnasio machacándose para que no quedara ni rastro de "esas odiosas cartucheras que la hacían parecer un botijo". No ha parado desde entonces. En cuanto dejó de amamantar a mi amiga P., la segunda de los dos que tuvo, se operó los pechos, y a día de hoy siguen obcecados en desafiar a la gravedad. Se hizo una sola lipo y hace varios años, claro que si tenemos en cuenta su dieta enseguida nos percatamos de por qué no lo hacen falta. Solo come verdura y carne al vapor. No es que sea vegana, si lo hiciera por principio yo se lo alabaría, pero por desgracia es únicamente para evitar las grasas. Ella no tiene ningún problema en lucir bolsos de cuero enormes de las más prestigiosas marcas.

Como de donde no hay no se puede sacar, la mujer parece un esqueleto. Un esqueleto con imponentes pechos con forma de limón que luce orgullosa. Pero como todo en esta vida se estropea, su rostro no iba a ser la excepción, y aquí comenzó la locura. Rosa es guapa, guapísima, o mejor dicho lo era. Su pelo es naturalmente ondulado y sedoso, de un tono rubio oscuro, tiene grandes ojos azules y una sonrisa inocente y sensual que ya la quisieran muchas, sin embargo, esto nunca fue suficiente para ella.

Se rasgó los ojos, porque lo hacían las vecinas "famosas", peelings a todas horas, se rellenó los pómulos y, como no, se puso dos salchichas escocesas por labios. Después le tocó el turno a su ya de por sí preciosa nariz, y precisó cuatro operaciones para conseguir el modelo deseado. Se blanquea los dientes y luce todo el año un color naranaja que si sonrie, entre el blanco de los dientes y el anaranjado de la piel, sabes que es ella a varios kilómetros.

Ella es feliz, o eso dice su hija. Se enorgullece de su creación, que es ella misma, y alardea que todavía le queda mucho por mejorar. Parece no darse cuenta que ha perdido su encanto natural, el que le dió su dios cuando la mandó al mundo. Rosa es contraria al aborto porque, dice ella, atenta contra la naturaleza, y si dios lo manda hay que apechugar.

Pero ella no apechuga con los efectos de la edad y la gravedad. Se rebela y lucha contra la naturaleza a golpe de talonario para mantener un físico artificial y, por ende, antinatural. Interrumpe en su cuerpo el curso de la naturaleza de la misma manera que lo hace aquella que interrumpe el crecimiento de unas células en su interior. Ambas luchando contra natura con un médico como aliado. Pero Rosa condena a aquellas que deciden no aceptar de la naturaleza un encargo que no desean. Son unas asesinas, grita en las manifestaciones a las que acude con sus pechos ingrávidos y sus labios prominentes, hay que condenarlas y meterlas en la cárcel por impedir que la naturaleza siga su curso.

Y a mi solo me queda preguntarme, qué haría Rosa, que es incapaz de aceptar unas arruguillas de nada en su bello rostro, si le descubrieran un tumor? dejaría que la naturaleza siguiera su curso y aceptaría los designios de su dios, o quizá trataría de destruir esas células, ese encargo natural no deseado?

Yo lo tengo muy claro. No sé vosotros...

Hasta pronto!!!

Ana

PD. Jose, muchas gracias por los ánimos, pero soy un poco qué? que no me lo dices en tu comentario :-)

domingo, 23 de agosto de 2009

El problema de R. y la familia de S.

Antes de nada, quería deciros que R. ya ha dejado de estar embarazada. Su madre tendrá que buscarse otro medio u otro entretenimiento para salir de la depresión que la axfisia. Estoy súper orgullosa de R., fue muy valiente. Ni una queja, ni una lágrima, ni un comentario de arrepentimiento. Ha sido muy consecuente con sus actos.

Pero no quiero hablaros más de R. ni de su familia, que esto se está convirtiendo en "R. al desnudo". Hoy os quiero hablar de S., una conocida nuestra. La razón es que ayer me enteré de que se casa embarazada a finales de septiembre. S. tiene 23 anios, y es muy amiga de una de nosotras. Sale con nosotros de vez en cuando desde hace ya varios anios.

La familia de S. es de clase media con pasta. Sus padres han trabajado siempre, el padre en un casino y la madre de fisioterapeuta. La madre no declara un centavo, claro está, asi que el sueldo del padre siempre ha sido para lujos y caprichos, ya que con el de la madre se ha pagado siempre la comida, las facturas, etc. A base de trabajar mucho y verse poco, se pudieron comprar un adosado (odioso) en una urbanización de Bohadilla del Monte. El adosado es feo donde los haya, pero les proporcionó el estatus social que siempre habían deseado.

Como los padres de S. nunca estaban en casa, sus abuelos, que residen en Vallecas, se hicieron cargo de ella durante la semana desde muy pequenia. De ahí que S. tenga dos grupos de amig@s, nosotr@s y l@s de Vallecas.

S. siempre ha tenido complejo de gorda, igual que su madre, y las dos se han pasado la vida haciendo dietas y tomando pastillas adelgazantes. Su actitud ante sus kilos de más siempre me ha parecido penosa. En vez de hacer ejercicio regularmente siempre han preferido dejar de comer o tragar pastillas cuyo efecto era que mearan hasta la primera papilla, muy sano...

Los padres protagonizaban regularmente episodios drámaticos que seguían la siguiente pauta: te pongo los cuernos querida, te enteras y no me hablas durante dos meses, amenaza de separación, lo arreglamos porque somos fachas hasta la médula y porque si nos separamos qué hacemos con el adosado y el apartamento de la playa. Él repetía los cuernos cada equis, ella se enteraba de algunos y vuelta a empezar.

Al final S. cada vez paraba menos en casa, harta del ambiente "familiar" que reinaba siempre en el hogar y hace unos meses conoció a J. un sábado por la noche en Vallecas. J. viene de un hogar totalmente desestructurado y S. se sentía a gusto con él, como si él comprendiera lo que los demás no conseguíamos. J. es mecánico y S. dejó los estudios después del instituto.

S. se muda la semana que viene a un piso de protección oficial muy céntrico. Solo puedo imaginar lo mal que lo tuvo que pasar con esa vida idílica que sus padres trataron de crear para ahora estar feliz con una vidad que jamás hubiera imaginado llevar, muy por debajo de lo que se esperaba de ella. Pero S. se decantó por la felicidad, no como su hermana, que se casó con un médico para seguir las mismas pautas de comportamiento que sus equivocados padres.

martes, 18 de agosto de 2009

La madre de R.


R. es amiga mia desde la infancia, la que os contaba hace unos dias que se ha quedado embarazada y ha decidido interrumpir el embarazo.

Su madre, L., decidio abandonar su breve carrera televisiva al casarse con J., el padre de R. (Entiendo que lo de las iniciales es muy molesto, pero no puedo poner sus nombres reales y se que si se los cambio me voy a liar). El caso es que L. hizo unas cuantas apariciones en programas de television en los años 70, como azafata de un par de programas al principio y luego con una participacion un poco mas notable. Fue en una fiesta organizada por uno de estos programas donde conocio a J. Celebraban el ultimo programa de la temporada con la llegada del verano y L. tenia pensado pasar quince dias en Ibiza con unas amigas. J. era dueño de una pequeña empresa de exportación, principalmente vinos, que también servia a distintos restaurantes de categoria a nivel nacional.

J., por supuesto, no habia sido invitado a la fiesta, pero habia querido supervisar por si mismo que todo era dispuesto como el dueño del restaurante lo estipulo. Era un restaurante de nueva construccion, muy grande y con interes en hacerse un hueco dentro de la organizacion de eventos de alto standing en la capital.

L. se cruzo con J. un par de veces durante la fiesta y este le resulto terriblemente atractivo. El la conocia de la television y no dudo ni un instante en acercarse a hablar con ella con familiaridad, a pesar de tener novia desde hacia mas de dos años con la que se iba a casar, tener niños y diseñar su idilico chalet con piscina.

L. dio al traste con estos planes, o eso creyo ella, sin llegar a imaginar nunca que los planes serian los mismos, lo unico que cambiaria seria la ejecutora. Un mes después J. habia dejado a su anterior pareja y los dos pasaron el resto del verano juntos en un apartamento en Menorca.


Cuando volvieron a Madrid L. decidio no seguir trabajando en la television y ejercer de relaciones publicas para le empresa de J. Gracias a sus pocos pero influyentes contactos, L. consiguio sustanciosos contratos de distribución a nivel nacional y permitio que J. conociera a nuevos socios que transformarian el negocio en una gran empresa.

Cuando ya nadie recordaba a L. porque su rostro habia dejado de aparecer en la television hacia demasiado tiempo, no tenia sentido que ella siguiera representadando a la compañia, y tras la boda se dedico por entero a decorar su chalet con piscina y cuidar de los dos hijos que tuvo el matrimonio.

Todo iba bien hasta que mi amiga R. comenzo la universidad. Su hermano mayor estaba estudiando en Barcelona y cuando R. apenas pasaba tiempo en casa a L. se le vino el mundo abajo. Ahora no tenia nada que hacer, ninguna mision en la vida.
Comenzo a tomar cafes por las tardes con un grupito de mujeres, que como ella no tenian que preocuparse por nada en la vida, con la excepcion de organizar y atender cenas de negocios. Pero los chismes vecinales y hablar del famoseo no dan tanto de si como para sustentar en ellos una vida cuando se ha tenido anteriormente una de verdad. Tampoco puede una pasarse las horas muertas en el gimnasio haciendo ejercicio y viendo siempre las mismas caras operadas y frescas que indican que se han dormido mas de ocho horas y que el estres es simplemente un mal ajeno al que ellas son inmunes. Gimnasio por la mañana y cafes por la tarde durante un año fueron suficientes para sumir a L. en una depresión de la aun hoy no ha conseguido salir.

R. esta desesperada porque ya no sabe como ayudar a su madre, ya que el sentido de la vida no se puede comprar en la milla de oro de Madrid. L. ya no va al gimnasio, ahora bebe desde que se levanta hasta que se acuesta. Bebe y toma pastillas. Ha estado internada varias veces en centros de Madrid, Londres y California, pero siempre recae. Recae porque no tiene razon para no hacerlo, porque para ella no hay diferencia entre estar drogada y no estarlo, porque nada cambia en su chalet perfecto con piscina, porque su marido trabaja doce horas diarias no por necesidad sino por ego, porque a el le llena lo que hace mientras ella esta sigue vacia. Como esta vacia se llena momentaneamente con pastillas y cockteles. Y cuando el vacio regresa en forma de resaca insufrible ella lo vuelve a llenar.

L. lleva asi dos años y nadie sabe ya como ayudarla. R. me decia anoche que quiza lo mejor seria tener al bebe para que su madre se encargue de cuidarle y asi salir de la zanja en la que la inactividad la ha metido, liberarla de su ataud con su niño sin padre.

Si algun@ de vosotr@s ha vivido o conoce una situación similar, os agradecería mucho cualquier consejo que pudierais darme. Muchas gracias.

Hasta pronto!!!

Ana

lunes, 17 de agosto de 2009

Las desgracias de los demás también nos hacen más fuertes.


Mi asistenta, o más bien la de mis padres, se llama MP., y a pesar de nuestras diferencias sociales nos llevamos muy bien. MP es joven aunque mayor que yo, y solemos quedar para tomar café porque como me paso el día fuera de casa no nos vemos mucho. Un fin de semana que me quedé sola en casa, le invité a quedarse conmigo en plan amiga, no como asistenta, y compartimos confidencias en plan amigas. Entre otras cosas me contó una historia que por su crudeza me gustaría contar aquí.


Voy a narrarla en tono un poco novelesco porque no quiero sentirme como una maruja que, despeinada y en bata, le cuenta un chisme a su vecina a media mañana.


MP nunca creyó que sus circunstancias familiares fueran diferentes, al fin y al cabo, su padre no era el único en el barrio que aplacaba sus frustraciones a base de golpes en el cuerpo de su mujer , que ahogaba sus sueños rotos en vino barato y que pasaba más tiempo en el paro lamentándose y culpando a todos de sus desgracias que trabajando y luchando por salir adelante. Su madre, G., tampoco parecía darle demasiada importancia y repetía a MP que los hombres son así. Tras años de ojos morados, huesos rotos y lamentaciones con las vecinas en el descansillo de la escalera, MP seguía sin aceptar el comportamiento de su padre y se negaba a considerar un futuro igual al de su madre. A ella no le golpearían hoy sí y mañana también, su marido no la insultaría ni la humillaría delante de sus hijos porque no le gusta la cena o porque el pantalón azul marino todavía no está planchado, ella no tendría que ocultar los moratones tras unas gafas de sol baratas en días nublados y lluviosos y jamás se encerraría en el baño para que los niños no la vieran llorar.


MP. odiaba a su padre con la misma intensidad que adoraba a su madre. G. era su heroína, el pilar al que agarrarse en los malos momentos, la fuerza que la impulsaba a seguir adelante. Si no hubiera sido por la insistencia de G., MP. hubiera dejado los estudios a los dieciseis años para trabajar de cajera en el supermercado del barrio. Sus planes de futuro incluían ahorrar dinero para la entrada de un piso, que compraría con su novio A., casarse y tener hijos. G. conocía a la familia de A. desde hace años y sabía que el padre no era más amable con su mujer de lo que su marido lo era con ella, y muy consciente del dicho "de tal palo tal astilla", G. no podía permitir que MP. viviera el infierno que ella había padecido durante años. Que ella no tuvo elección, repetía a las vecinas una y otra vez, pero que si llega a nacer veinte años después sabiendo lo que sabe hoy no se hubiera casado ni loca de atar. De tal manera que poquito a poco y muy sutilmente persuadió a su hija para que hiciera un curso de secretaria además de trabajar.


Combinar los estudios, el trabajo y la situación en casa conviritieron dos años de la vida de MP en un auténtico sufrimiento agónico. Que ella nunca había servido para los estudios, se decía para justificar su inclinación por una tentadora retirada, para que seguir sufriendo si nunca le iban a dar el título. Pero su madre se negaba a escucharla y le repetía lo inteligente que siempre había sido hasta que dejó de centrarse en los estudios para preocuparse exclusivamente de los chicos y los trapos.

G. describía una y otra vez un futuro brillante para su hija como secretaria de algún abogado de éxito o de algún dentista. MP. vestiría trajes de chaqueta y no los horribles uniformes verdes botella del súper y tendría su pequeño despacho para tratar con los clientes, pero lo que recalcaba de manera insistente era la independencia que este estilo de vida le aportaría: ser libre para elegir cómo quería vivir y no sobrellevar a duras penas algo que le ha venido impuesto.


MP. comenzó a darse cuenta por primera vez de que su madre verdaderamente creía que todos los hombres eran como su padre, que todos llegaban a su casa de mal humor y estampaban las cabezas de sus mujeres contra la pared como hacía este. Fue entonces cuando consiguió apreciar lo que su madre trataba de conseguir para ella: un seguro de vida. Si los hombres convierten la vida de sus mujeres en un infierno, no te cases con ellos, parecía estar diciendo su madre, trabaja para ellos y no podrán tocarte. Si un hombre te amarga la vida y tú no dependes de él podrás continuar sola, pero si es él quien te alimenta, a ti y a tus hijos...

Haberse percatado de las verdaderas intenciones de su madre y ver como su padre cada día bebía más y se volvía más violento hicieron que MP. sacara fuerzas de donde no le quedaban y continuara con su curso hasta hoy.

MP empezó a trabajar en mi casa para ayudar con las facturas y pagarse sus estudios, ya que su padre trabajaba solo esporádicamente y había dejado de preocuparse por los gastos de la casa. Podría decirse que trabajaba para beber. Su madre se había puesto a limpiar portales, pero no era suficiente para cubrir la hipoteca y todo lo demás.

A pesar de las dificultades fueron momentos felices tanto en la vida de MP como en la de G. No faltaba dinero en casa y su padre, debido a sus estado etílico permanente, había dejado de agredir a su mujer. Madre e hija empezaban a disfrutar de la vida juntas, iban de compras y G. cambió un armario compuesto por trapos viejos y alpargatas por vestidos y zapatos en condiciones, salían a tomar café, y MP veía muy cercano su futuro con A. pero independiente.


Sin embargo, un día mientras MP estaba trabajando en mi casa, pasó algo que nadie sospechaba podría llegar a pasar. Su padre se había quedado sin dinero y se presentó en casa furioso y borracho demandando que G. le diera veinte euros. G. le dijo que no tenía esa cantidad encima, lo cual era cierto, y sin mediar palabra él la agarró del cuello, la incrustó contra un armario de la cocina, la arrastró de los pelos hasta el dormitorio, la puso boca abajo con los brazos en cruz sobre la cama y la violó de forma brutal. Cuando hubo terminado, mientras buscaba dinero por los cajones de la cómoda y las mesillas, le decía con odio etílico que no servía para nada, que era una guarra, que la casa estaba llena de mierda, que era una zorra, que iba al supermercado con la ropa nueva para que la tocaran y que la iba a matar antes de que se follara a otro. Cuando encontró diez euros en la caja de música de MP las puso en el bolsillo y salió de casa dando un portazo.

A las siete y media llegaba a casa MP para encontrarse a su madre en la cama en la misma posición que su marido la había dejado después de violarla. MP gritó al ver a su madre medio desnuda y con sangre entre las piernas. MP preguntaba insistentemente que qué había pasado y G. solo podía secarse las lágrimas y repetir sin cesar que se quería morir. G. no era consciente de las consecuencias que acarrearía su denuncia, ya que la fiscal conseguiría una condena de cinco años de prisión para el que pronto se convertiría en su ex marido y una una prohibición de acercarse durante diez años una vez fuera de la carcel a menos de 500 metros de su domicilio. El miedo se mudó del piso de G. en apenas unos meses y la nueva inquilina, una tranquilidad desconocida para ellas, se instaló para no irse jamás.


!!!!!NO A LA VIOLENCIA DE GENERO!!!!

domingo, 16 de agosto de 2009

Explorando mi sexualidad.


Hoy tengo un poco mas de resaca que ayer a esta misma hora. Ya sabia yo que tanto mojito acarrearia sus consecuencias.

La noche fue mas tranquila que la del viernes. P. estaba contenta, parecia aliviada, y no menciono el tema de su embarazo ni una sola vez.

Nos juntamos unos cuantos y fuimos a los sitios de siempre, los cuales no voy a mencionar por razones obvias. Con tanto mojito no pude volver en coche y me toca ir luego a por el. La zona estaba bastante tranquila porque mucha gente esta de vacaciones. Tengo ganas de que llegue septiembre para que vuelva todo el mundo.

Quien sigue en Madrid es mi ex. Ayer le vimos y por supuesto vino a saludar, es tan simpatico como hipocrita. Se acerco con su nueva novia, una choni de barrio que da pena. La verdad es que la tia esta muy buena, no lo voy a negar. Mi ex tambien. Y si lo hubieramos dejado como corresponde, me alegraria por el o no, yo que se, pero no puedo tenerle aprecio porque me mintio cuando se acabo lo nuestro.

Resulta que C., mi ex, decidio ir a estudiar a una universidad publica. No me preguntes por que porque nadie del grupo lo sabe. Un amigo suyo cree que quiere ser catedratico y que para hacer carrera academica la publica es mejor. El caso es que alli comenzo a estudiar derecho y conocio a M., tambien conocida en mi grupo como "la choni", "la chunga" o "la Esteban".

M. es una chica muy atractiva y, dentro de lo que cabe, va siempre muy arreglada. Todo lo arreglada que puede ir una cuando se comprar la ropa en Bershka. Tampoco debe de ser tonta, ya que tiene las mejores notas de su promocion. El caso es que C. y ella coincidieron en la misma clase y en una de las fiestas de la uni, ya sabeis que en las publicas son muy dados a organizarlas a todas horas, se liaron. Un par de meses despues C. lo dejo conmigo. Fue sincero y me dijo que habia conocido a alguien y tal, pero para entonces llevaban dos meses juntos.

Ninguno de los dos sabe que yo me entere de esto, y ahora se comportan en plan super civilizado, me saludan, me sonrien y todo lo que les digo les parece super gracioso. Lo que puede llevarte a hacer el sentimiento de culpabilidad.

Pues como iba diciendo, mi ex se acerco a saludarme y estuvimos hablando un rato. Dentro de las prenguntas del interrogatorio, habia un apartado relacionado con mi vida sexual/sentimental que no me hizo ninguna gracia. Al fin y al cabo yo a el no le pregunto que tal le va en la cama con la choni. El caso es que cuando me pregunto si estaba viendo a alguien me dio un arrebato de sinceridad y le espete: "Mira, no. Ahora estoy en periodo de reflexion. No se si me apetece estar con otro chico o probar con una chica. No te preocupes que te mantendre informado".

C. sera muy inteligente, pero tambien es muy corto de miras, y como tal empezo a preguntarme si me iba a volver lesbiana o bisexual. Menudo cromanion! Le dije que nadie se vuelve nada y que lo que yo me volviera o me dejara de volver no era asunto suyo. Entonces me medio pidio perdon pero volvio a insistir. Le repeti que estaba reflexionando sobre mi sexualidad y escuchando a mis apetitos tratando de dejar al margen convenciones sociales. Me miro como si fuera un perro verde y con la excusa de ir al lavabo alli le deje. Estuvo mirandome toda la noche. Y por la cara que tenia, yo creo que cualquier dia de estos me propone hacer un trio con el y la choni para ver si me aclaro. Que pena!

He quedado luego con P. y R. para tomar cafe y ponernos al dia de lo que paso anoche. Os mantendre informados si hay alguna novedad.

Hasta pronto!!!

Ana

sábado, 15 de agosto de 2009

La noche del viernes... loca, loca, loca!




Hola a todos!

Hoy pense que tendria un poco mas de resaca, pero resulta que al final mis amigas P. y R. y yo nos pasamos la noche fuera del pub ingles discutiendo. P., que si se emborracho, estuvo llorando casi todo el tiempo.

Cuando llegamos al pub habia super buen ambiente. Habia bastante gente pero no era llenazo total, asi que pudimos sentarnos en una mesa y comenzamos la noche con una pinta de guiness. A mi la cerveza negra no me gusta mucho, pero en un pub irlandes, pues como que es lo que pega, no?

P. estuvo muy callada desde el principio, asi que yo me dedique a contarles los eventos de mi primera semana laboral. R. y P. tambien terminaron en junio sus carreras. R. ha estudiado disenio de moda y P. es fisioterapeuta. Ambas comienzan a trabajar en septiembre, despues del verano, y me tacharon de loca por haber decidido empezar en agosto. "Como si no tuvieras tiempo", me decian. R. ha conseguido unas practicas remuneradas en unos grandes almancenes, en el departamento de disenio, ya que sus padres se llevan muy bien con la hija del duenio de los mismos. Se conocieron por la hipica, creo. P. va a abrir una clinica de fisioterapia y terapias alternativas este anio. Su madre tiene una clinica de belleza, asi que tiene bastante experiencia en este tipo de negocios. Seguro que le va a ir de maravilla.

Pues alli estaba yo, contandoles los inicios de mi vida profesional cuando P. rompio a llorar. R. y yo nos quedamos como asustadas y decidimos salir a la calle para no dar el espectaculo en el sitio. Al principio, cuando se calmo un poco, no queria contarnos nada. Decia que estaba confundida y que no sabia que hacer, que sus padres la iban a matar y demas tonterias.
Pensamos entonces que se trataba de su futuro laboral, que habia decidido no dedicarse al disenio o algo por el estilo, pero de repente nos solto la bomba. "Tias, estoy embarazada", nos salta y se pone a llorar, pero esta vez a lagrima viva.

Nos quedamos en silencio. R. y yo mirandonos la una a la otra ojiplaticas y sin saber que decir. Viendo que R. no se animaba a decir nada, intente yo quitarle importancia al asunto.
"No pasa nada, P., carinio. Esto pasa todo el tiempo y hoy en dia tiene facil solucion. De cuanto estas?", dije tratando de parecer calmada.
Nos confeso que no esta segura, porque se habia acostado con un par de tios a finales de junio cuando estuvo en Ibiza de vacaciones. Cree que esta de unas cuatro o cinco semanas.
Yo, creyendo que R. estaria de acuerdo conmigo, me ofreci acompaniarla a una clinica para solucionar el problema. Entonces R. perdio los papeles y empezo a decirme que si estaba loca y otras barbaridades.

Mis padres son muy liberales, algunos de sus amigos les tachan, bromeando, de socialistas de salon. A mi me han educado en la libertad de opinion y de eleccion, pero este no es el caso de R. Sus padres son neocons y miembros del punietero foro de la familia. Si, esos que opinan que todos debemos seguir la interpretacion que cuatro curas viejos hacen de un libro milenario que para nada se ajusta a la realidad de nuestros tiempos. R. tiene tres hermanos y lo raro es que no tenga mas, teniendo en cuenta lo reaccionario del pensamiento de sus padres.

Me dijo que el aborto no era una solucion, que eso era un asesinato. P., que se habia calmando un poco, retomo el llanto a unos volumenes preocupantes. Tuve que decir a R. que hiciera el favor de callarse que la estaba poniedo peor. Y ella venga y venga con que lo tenia que tener o como minimo darlo en adopcion.

Estuvimos discutiendo un buen rato, y al final consegui que R. aceptara que la vida no es siempre de color rosa y que ante dificultades como esta hay que tomar la decision menos mala. Acabo aceptando a medias que si P. tiene ese bebe su carrera profesional habra terminado antes de empezar, que tendria que cuidar de ese bebe sola o con la ayuda de sus padres y que su vida cambiaria a peor de la noche a la maniana si ella se convertia en un sujeto pasivo y no hacia nada para remediarlo.

Sobre las dos de la maniana P. decidio que no iba a contarselo a nadie, ni a sus padres siquiera, y que la semana que viene nos vamos las dos a arreglarlo. Me pidio que me encargara de informarme y de buscar una buena clinica porque ella no tiene fuerzas, y que le cogiera cita. P. decidio no ser participe pero prometio no volver a sacar el tema ni juzgarnos a ninguna de las dos. Al menos entendio que tiene que respetar las opciones de los demas incluso si son totalmente opuestas a sus creencias y su moral.

Ahora voy a ver si encuentro informacion para P. en algun foro. Volvemos a vernos esta noche y me gustaria decirle que esta todo arreglado.

Hasta pronto!!!

Ana

PD. Prometo contar cosas mas alegres en mi proxima entrada.

viernes, 14 de agosto de 2009

Os doy la bienvenida a todos!


Estoy super emocionada con mi nueva blog. La verdad es que nunca crei que me abriria una, al considerar que mi vida no es demasiado interesante, pero ha habido cambios en mi vida que han provocado este cambio.

Como veis escribo sin acentos. La razon es que me compre el portatil que utilizo en Nueva York, y es un lio para ponerlos. Cuando escriba desde el trabajo los pondre.

De hecho, mi nuevo trabajo ha sido el catalizador de esta nueva aventura. Hasta ahora estaba siempre muy liada con la universidad y los idiomas. Hablo tres.

Termine la carrera de Administracion y Direccion de Empresas en junio, y al dia siguiente de mi ultimo examen estaba en un avion rumbo a California. He recorrido un poco los Estados Unidos, pero no me ha impresionado demasiado. Es muy bonito, la naturaleza impresionante, pero las cuidades, con la excepcion de Boston, no son my cup of tea.

Antes de irme ya sabia que a mi vuelta empezaria a trabajar, ya que mi padre me ha conseguido un trabajo de administrativa en un pequenio (esta tambien me falta) banco de inversiones. A pesar de que la idea era comenzar en Septiembre, me he liado la manta a la cabeza y he decidido empezar ya.

Llevo una semana en la empresa y todo el mundo es como super amable. Sobre todo los chicos. Ellas han sido un poco mas reacias al principio (es que impongo bastante fisicamente, aunque esta mal que yo lo diga), pero se han dado cuenta enseguida de que soy una chica super normal.

Ahora todo esta muy tranquilo en la oficina por las vacaciones, y como mi jefe es amigo de mi padre, pues me trata super bien. Ya veremos que pasa cuando llegue septiembre.

La semana pasada fue un estres, me la pase entera de tienda en tienda buscando trajes para llevar a la oficina. Al final solo me compre tres, pero los combinare con camisas y blusas que ya tengo y de momento podre ir tirando.

Las tareas que hago ahora son bastante simples, y aunque entiendo que es normal al principio espero meterme mas a fondo en el negocio para hacer despues un master y especializarme. Pero de momento no me quiero estresar, que todo llegara.

Pues nada, esto es lo que os cuento de momento. Ahora que son casi las diez tengo que ir a arreglarme que hoy salgo. He quedado con mi grupo de Somosaguas y nos vamos a un pub irlandes que hay por aqui.

Hasta pronto!!!

Ana