jueves, 27 de agosto de 2009

Shaila se fue ayer de casa.

Hoy os quiero presentar a mis dos gatos, que todavía no os he hablado de ellos. Son madre e hijo y vienen de Londres.




En la primera fotos les veis durmiendo en su cestita, y en la segunda jugando. La gris es la madre, es siamesa y se llama Kaluli. El más blanquito es su hijo, es tonkinés y se llama Emilian. Llevan conmigo desde enero y ya no podría vivir sin ellos. Son maravillosos y no destrozan nada, son muy pacíficos y cariñosos. Les quiero con locura y son los reyes de la casa.

El jueves pasado iba con P. y R. a cenar a nuestro japonés favorito. Estábamos las tres muertas de hambre y mientras comentábamos lo que ibamos a pedir cada una sale de detrás de un seto una gatita maullándonos. Se metió entre nuestras piernas y cuando la acaricié me di cuenta de lo flaquita que estaba. Yo creo que tenía tanta hambre que se lanzó a por nosotras totalmente desesperada. Ni que decir tiene que nos dimos la vuelta y me la llevé a casa. Cómo la iba a dejar así, hambrienta y temblando como estaba la pobre... Mirad que preciosidad!




En mi casa el piso de abajo es de madera y la moqueta que veis en las fotos la tenemos en las habitaciones. Emilian y Kaluli prefieren jugar arriba porque sobre la moqueta no se resbalan cuando tratan de coger al vuelo alguno de sus juguetes. El jueves, cuando llegué a casa con Shaila, pues así llamé a la gatina, estos dos estaban jugando en el jardín.

Yo fui muy inocente, pensando que Shaila se pondría a jugar con ellos y todo sería maravilloso. No tenía ni idea de lo equivocada que estaba. Dejé a Shaila en la sala y las puertas del jardín estaban abiertas. Ella empezó a explorar por todos lados y justo en el momento en que estábamos tan tranquilas las dos, entran del jardín como alma que lleva el diablo Emilian y Kaluli. Cuando la vieron allí fue como si se convirtieran por unos segundos en dibujos animados. Los ojos se les agrandaron al ver a aquella intrusa en casa, trataron de frenar, pero resbalaban en la madera y la inercia les impulsaba hacia adelante mientras ellos se resistian, caras de pánico y de no entender nada. Decidí que ese era el momento oportuno para sacar a Shaila de allí y darle de comer.


Mas tarde la baje otra vez, como ya se habían visto, ahora solo quedaba llevarse bien y jugar. Tampoco. En cuanto vieron a la pequeñita se movieron cada uno a dos puntos estratégicos desde los que observarla, dejando bien claro que no querían saber nada de ella. Ni de mi por lo que parecía. No querían mis mimos, me miraban con desdén, gritándome en silencio que cómo me había atrevido a meter en casa a esa cosa y que hiciera el favor de deshacerme de ella cuanto antes.


Como la cosa no mejoraba, se han pasado la semana en habitaciones separadas para no verse. Ha sido un poco estresante pero ha merecido la pena encontrarle un hogar a Shaila. Ayer se fue con mi jefe, que estaba pensando en coger un gatito para su hijo y decidió quedarse con ella. Estoy segura de que va a ser muy feliz en su nueva casa. Tanto como Emilian y Kaluli ahora que ella ha salido de la suya...

Que paséis un buen finde!

Ana

9 comentarios:

Jose dijo...

Hola Xiques!

vaya con tus gatitos, que posesivos! no te quería compartir.

Yo no he tenido nunca mascotas (los gatos me dan mucho respeto, por no decir miedo).

Que paseu bon finde!! Fins el dilluns

Ana la del blog dijo...

Son muy territoriales y posesivos. Con los gatos tú no les tienes, son ellos quienes te adoptan a ti.

Pero son muy cariñosos y muy buenos. No deberían darte miedo, en serio :-)

Qué significa "fins el dilluns"?

Anusca

Jose dijo...

Hola Ana,

Es que con los gato tuve una mala experiencia de pequeño y desde entonces no me suelen inspirar mucha confianza.

Fins el dilluns significa hasta el lunes!.

Espero que no te moleste que deje muletillas en valenciano!

Hasta el lunes!!

Ana la del blog dijo...

Pues nada, Jose, mantente alejado de ellos y disfruta de otros animales.

Y puedes dejar las muletillas que quieras en valenciano. No me molestan en absoluto, me da pena no entenderlo, pero por lo demás, yo encantada!

Hasta el lunes!!!

Jac dijo...

Cuando era peque tenía un canario. Un día me encontré en la calle un pajarillo joven que no podía volar y me lo subí a casa. Lo metí en la jaula del canario y a este casi le da un soponcio, no paraba. Al verlos juntos el nuevo era casi el doble de tamaño que el canario. El otro no debía estar tan malo porque se puso agresivo con su nuevo compañero y ante el temor de que le pasara algo a mi canario abrí la jaula y tiré al nuevo por la ventana. No se si voló pero a mi canario me lo cargué de una pulmonía unos días después. Lo bañé y lo sequé con el secador.
Jodíos bichos...

Mola tu blog

Besos

Ana dijo...

Me parto con la experiencia de Jac...jajaja!
Yo tengo una gata azul (y no está triste) de 6 meses, una auténtica monada. Si no sabéis lo que es, buscar en Google, azul ruso.
Claro que también tengo una perra de 40 kilos!
Un saludo a tod@s, chic@s!
Nota a Ana, la del blog... gracias por cambiar en nombre, si acaso ya miraré de modificar el mío también.

Ana la del blog dijo...

Jac como te pasas! JAJAJA ya me estoy imaginando lo guapo que te quedó el canario después del tratamiento de belleza. Ante todo ir limpios, verdad? :-)

Ana la del blog dijo...

Ana, acabo de mirar en google el azul ruso y me encantan. Seguro que tu gata es preciosa. Si me pasas una foto la subo al blog para que todos la vean.

y no te cambies el nombre, tu serás Ana! :-)

Ana dijo...

Y, ¿cómo te paso una foto?...