martes, 18 de agosto de 2009

La madre de R.


R. es amiga mia desde la infancia, la que os contaba hace unos dias que se ha quedado embarazada y ha decidido interrumpir el embarazo.

Su madre, L., decidio abandonar su breve carrera televisiva al casarse con J., el padre de R. (Entiendo que lo de las iniciales es muy molesto, pero no puedo poner sus nombres reales y se que si se los cambio me voy a liar). El caso es que L. hizo unas cuantas apariciones en programas de television en los años 70, como azafata de un par de programas al principio y luego con una participacion un poco mas notable. Fue en una fiesta organizada por uno de estos programas donde conocio a J. Celebraban el ultimo programa de la temporada con la llegada del verano y L. tenia pensado pasar quince dias en Ibiza con unas amigas. J. era dueño de una pequeña empresa de exportación, principalmente vinos, que también servia a distintos restaurantes de categoria a nivel nacional.

J., por supuesto, no habia sido invitado a la fiesta, pero habia querido supervisar por si mismo que todo era dispuesto como el dueño del restaurante lo estipulo. Era un restaurante de nueva construccion, muy grande y con interes en hacerse un hueco dentro de la organizacion de eventos de alto standing en la capital.

L. se cruzo con J. un par de veces durante la fiesta y este le resulto terriblemente atractivo. El la conocia de la television y no dudo ni un instante en acercarse a hablar con ella con familiaridad, a pesar de tener novia desde hacia mas de dos años con la que se iba a casar, tener niños y diseñar su idilico chalet con piscina.

L. dio al traste con estos planes, o eso creyo ella, sin llegar a imaginar nunca que los planes serian los mismos, lo unico que cambiaria seria la ejecutora. Un mes después J. habia dejado a su anterior pareja y los dos pasaron el resto del verano juntos en un apartamento en Menorca.


Cuando volvieron a Madrid L. decidio no seguir trabajando en la television y ejercer de relaciones publicas para le empresa de J. Gracias a sus pocos pero influyentes contactos, L. consiguio sustanciosos contratos de distribución a nivel nacional y permitio que J. conociera a nuevos socios que transformarian el negocio en una gran empresa.

Cuando ya nadie recordaba a L. porque su rostro habia dejado de aparecer en la television hacia demasiado tiempo, no tenia sentido que ella siguiera representadando a la compañia, y tras la boda se dedico por entero a decorar su chalet con piscina y cuidar de los dos hijos que tuvo el matrimonio.

Todo iba bien hasta que mi amiga R. comenzo la universidad. Su hermano mayor estaba estudiando en Barcelona y cuando R. apenas pasaba tiempo en casa a L. se le vino el mundo abajo. Ahora no tenia nada que hacer, ninguna mision en la vida.
Comenzo a tomar cafes por las tardes con un grupito de mujeres, que como ella no tenian que preocuparse por nada en la vida, con la excepcion de organizar y atender cenas de negocios. Pero los chismes vecinales y hablar del famoseo no dan tanto de si como para sustentar en ellos una vida cuando se ha tenido anteriormente una de verdad. Tampoco puede una pasarse las horas muertas en el gimnasio haciendo ejercicio y viendo siempre las mismas caras operadas y frescas que indican que se han dormido mas de ocho horas y que el estres es simplemente un mal ajeno al que ellas son inmunes. Gimnasio por la mañana y cafes por la tarde durante un año fueron suficientes para sumir a L. en una depresión de la aun hoy no ha conseguido salir.

R. esta desesperada porque ya no sabe como ayudar a su madre, ya que el sentido de la vida no se puede comprar en la milla de oro de Madrid. L. ya no va al gimnasio, ahora bebe desde que se levanta hasta que se acuesta. Bebe y toma pastillas. Ha estado internada varias veces en centros de Madrid, Londres y California, pero siempre recae. Recae porque no tiene razon para no hacerlo, porque para ella no hay diferencia entre estar drogada y no estarlo, porque nada cambia en su chalet perfecto con piscina, porque su marido trabaja doce horas diarias no por necesidad sino por ego, porque a el le llena lo que hace mientras ella esta sigue vacia. Como esta vacia se llena momentaneamente con pastillas y cockteles. Y cuando el vacio regresa en forma de resaca insufrible ella lo vuelve a llenar.

L. lleva asi dos años y nadie sabe ya como ayudarla. R. me decia anoche que quiza lo mejor seria tener al bebe para que su madre se encargue de cuidarle y asi salir de la zanja en la que la inactividad la ha metido, liberarla de su ataud con su niño sin padre.

Si algun@ de vosotr@s ha vivido o conoce una situación similar, os agradecería mucho cualquier consejo que pudierais darme. Muchas gracias.

Hasta pronto!!!

Ana

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres una pedazo de zorra. Deseo la muerte de toda tu familia. Si no es asi, me conformo con la violacion de tu hermana o el asesinato de tu madre.
Puta, mas que puta.